Fútbol Inglés (BRITCORNER)

El desastre de Múnich

En Old Traffod, un reloj detenido muestra el momento más triste de la historia del Manchester United: las 15.04 horas del 6 de febrero de 1958. Ese es el momento en el que el bimotor de la British Airways que transportaba al equipo se estrelló en Múnich. Murieron 23 de las 44 personas que viajaban en el aparato, entre ellos ocho jugadores de un equipo que dominaba el fútbol inglés y que aspiraba a ganar la Copa de Europa. La memoria de las víctimas, entre ellos Roger Byrne, el capitán de Inglaterra o de Duncan Edwards, un futbolista de 22 años considerado por muchos el mejor jugador británico de todos los tiempos, siguió viva para siempre en el club de Old Trafford.

La tragedia de Munich sucedió cuando el vuelo de la British Airways número 609 se estrelló en su tercer intento de despegue en el Aeropuerto Riem de Munich, en la antigua República Federal de Alemania. A bordo iba el equipo del Manchester United conocido como los “Busby Babes”, así como un número de aficionados y periodistas. 23 de las 44 personas a bordo del avión murieron en el accidente. Los heridos fueron llevados al hospital Rechts der Isar de Munich, donde sobrevivieron 16 personas.

 

El equipo volvía de Belgrado de haber jugado un partido de la Copa de Europa, pero tuvo que hacer una parada técnica en Munich para repostar, debido a que el avión del tipo “Airspeed Ambassador” no estaba preparado para hacer un viaje sin paradas desde Belgrado a Manchester. Después de repostar, los capitanes del avión James Thain y Kenneth Rayment, intentaron despegar dos veces pero tuvieron que abortar en ambos intentos debido a problemas con el motor del avión. Temiendo llegar con retraso a Manchester el capitán Thain rechazó pasar la noche en Munich y después de revisar el avión intentó el despegue una tercera vez. Entretanto había comenzado a nevar formando una capa de nieve en la pista de despegue. Cuando el avión rodó sobre la nieve perdió velocidad haciendo imposible el despegue. Una de las alas golpeó una casa y el avión chocó contra una zanja al final de la pista. De las 44 personas que había a bordo 21  murieron instantaneamente.

Una investigación de las autoridades alemanas culpó originalmente al capitán Thain del accidente, al que se acusó de no eliminar la nieve de las alas de la nave, a pesar de que testigos decían lo contrario. Sin embargo en 1968 el capitán fue declarado finalmente inocente.

En la plantilla del Manchester United había muchos jugadores con miedo a volar, particularmente Liam Whelan, al que se le escuchó decir justo antes del despegue: “Esto puede ser la muerte, pero estoy preparado”. Otros, incluido Duncan Edwards, Tommy Taylor, Mark Jones, Eddie Colman y Frank Swift se trasladaron a la parte de atrás del avión creyendo que sería una zona más segura en caso de accidente.

Siete de los jugadores del Man-Utd. murieron inmediatamente y Duncan Edwards murió el 21 de febrero en el hospital Rechts del Isar en Munich. Johnny Berry y Jackie Blanchflower sufrieron lesiones tan importantes que nunca más volvieron a jugar. Matt Busby estuvo en el hospital más de dos meses. Pensó en abandonar el mundo del fútbol pero su mujer finalmente le convenció de que volviera.

Jimmy Murphy, segundo de Busby, acabó la temporada, ya que no había viajado a Belgrado porque se tuvo que quedar en Cardiff dirigiendo a la selección de Gales. Con un equipo formado por juveniles sólo consiguieron ganar un partido en lo que quedaba de temporada y acabaron finalmente novemos en la clasificación. Sin embargo, consiguieron llegar a la final de la Copa aunque perdieron 2-0 contra el Bolton Wanderers. Busby se haría cargo del equipo la temporada siguiente y creó una segunda generación de Busby Babes, incluído George Best y Denis Law, que diez años después ganarían la Copa de Europa al Benfica. Bobby Charlton y Bill Foulkes fueron los únicos supervivientes del desastre de Munich que jugaron esa final.

El fútbol inglés es muy respetuoso con sus ídolos y es que nunca olvida, ni los buenos ni los malos momentos. Siempre recuerdan el pasado porque dicen que sólo recordándolo se podrá construir un futuro mejor. Y con este suceso no iba a ser menos. Que mejor homenaje que una película sobre el suceso que sirva de tributo a los fallecidos.

 

Comentarios

1

Buen artículo. Esperemos ver los resultados de esa producción cinematográfica.

Saludos,

Jonathan
23 de noviembre de 2010 a las 6:28 am
2

A tenor de lo comentado y de los articulos publicados parece que se tragedia se llevo por delante un equipo que como dice el articulo estaba destinado a dominar en Inglaterra y Europa. Al menos la sociedad y afición inglesa es respetuosa con este hecho y se reconoce la gran perdida.
Esperaremos con ansia el estreno.

Xavi
23 de noviembre de 2010 a las 1:15 pm
3

eres un maquina raúl.que se estrene pronto,será emocionante

turu
24 de noviembre de 2010 a las 12:17 am
4

Ahora en el puente iré a Old Trafford para ver el partido contra el Valencia que por cierto sólo me ha costado la entrada 40€ y me fijaré en esos detalles que desconocía… y el finde anterior también miraré de poder ir a Liverpool y así a ver si puedo ver al Chelsea… ya os contaré!!!
Raul, gracias de nuevo por enriquecernos y ser una enciclopedia con patas (diría pata pero supongo que mejor patas…para que no me venga la Bibiana de turno y me sancione.)

julius "the melenas"
26 de noviembre de 2010 a las 2:01 pm
5

Esa inolvidable tragedia se llevó por delante al grandísimo Duncan Edwards futbolista muy brillante y que tenía un presente y un futuro espectacular.
Hace tres meses estuve en Birmingham y me dí un salto a Dudley, su lugar de nacimiento.
Su estatua en la calle principal recuerda su figura y su historia.
En su tumba nunca faltan ni flores ni mensajes de los seguidores del United.
Grande Duncan Edwards.!!!

Machaco
26 de noviembre de 2010 a las 2:51 pm
6

¿ De no producirse el accidente podría este equipo haber ganado la Copa de Europa de 1958?
Hubiera podido cambiar la historia del fútbol europeo

Saludos.

Román
20 de abril de 2016 a las 7:19 pm

Deja un Comentario

Pedro Puig, diseñador freelance