Leyendas de la Premier
*”Me llamaban Le God pero podría haber sido Matt The Fat. Bebía tanta cer-veza antes de los partidos que a veces me pesaba el culo. También me pasaba con las hamburguesas y el chili”. Palabra de Matthew Le Tissier ¿Matthew qué? Para quien aún no tenga el privilegio de conocer a este artista genuino, hablamos de un futbolista irrepetible y paradójicamente oculto para buena parte del gran público. Un tipo peculiar, sin duda, alejado de los cánones de belleza modernos: desgarbado, con tendencia a mostrar el ‘flotador’ en su abdomen, nariz de loro, dientes torcidos y culón.
Dios
Le Tissier no se tomaba demasiado en serio ni a sí mismo, ni a la vida. Era uno de esos individuos que se sale de la norma, que rompe con el guión establecido, que no entiende de convencionalismos. Él siempre ha preferido inventar y disfrutar del maravilloso placer de la existencia. Está en este mundo para ser feliz y hacer felices a los demás. Es uno de esos tipos de los que a uno le gusta estar rodeado. Un hombre sencillo que podría ser tu vecino del sexto, el amigo con el que vas a tomarte unas cervezas al pub o tu compañero del equipo de barrio (¡menudo fichaje!).
Afición
”Cuando me llamaban Dios no sabía qué decir, sobre todo si me cruzaba con un cura… Yo no era Dios, claro. Imagínate que él siguiera mi dieta de cerveza y hamburguesas”. Le Tissier gambeteaba al halago con la misma naturalidad que a sus rivales pero, pese a su insistencia en vivir bajo el anonimato, no pudo evitar que los feligreses del Southampton le tributaran cada quince días en su santuario local (el vetusto The Dell), el famoso canto celestial He is God, Matt Le God…
*Párrafo cortesía de Juan Esteban Rodríguez y Alberto Fernández a través de la publicación de ‘LEYENDAS DE LA PREMIER’ (Ediciones Seronda). Un libro que repasa 20 años del campeonato que revolucionó el fútbol mundial en los 90 a través de sus estrellas.
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