MAXImo riesgo
Matías Prats Chacón.- Lo de Maxi y el Atlético era ya una historia inverosímil. Al club le sobraba el jugador y el argentino anhelaba cambiar de aires. Esta coyuntura debía haberse dado hace unos meses, cuando las dos partes se encontraban exactamente en la misma situación. Pero al Atleti, sencillamente, no se le dan bien este tipo de cosas. “La Fiera” pisó ayer el estadio de Anfield, su nueva casa. Allí reina Fernando, al que Maxi sucedió como capitán del Atlético cuando Torres emigró a Inglaterra. Decisión, aquella, unilateral por parte de la directiva rojiblanca, que no tuvo más remedio que suscribir Aguirre, y que acabaría por ser una losa para el centrocampista. Muy poquito había hecho Maxi para portar ese brazalete que algún día llevaron Gárate o Futre. Ese estatus se lo dio Miguel Ángel para ponerle a una altura a la que no llegaba.
Pasado
Dicho esto, se va un buen jugador. Llegó joven al Atlético después de haber hecho muchos goles en su último año en el Espanyol. Posiblemente, su capacidad de sorpresa en el área y su acierto rematador sean sus principales virtudes. Hasta hace no mucho, adicionaba, además, trabajo y compromiso. Sin ser un goleador, Maxi ve portería con cierta constancia. No están mal sus números siendo un centrocampista: 44 goles en 155 partidos oficiales con el equipo madrileño. Maxi no es jugador de banda y en el Atleti se hastió del olor a cal. Tanto Aguirre como Abel le han ubicado en ese puesto, por la derecha, sacrificando de esta manera su llegada desde segunda línea. Pegado a la línea no desborda, ni asiste, ni centra, ni por supuesto, remata. Pero ese vértice del rombo destinado para jugadores como él se conserva deshabitado en el Atlético de Madrid.
Lesiones
El argentino se rompió el cruzado en aquel césped infame de Murcia. Recuerdo que siguió jugando unos minutos con la rodilla rota y que incluso se retiró del campo por su propio pie. Esa lesión interrumpió el papel esencial que el de Rosario tenía en aquel Atleti. Maxi amagó con volver, pero siempre a medias.La indolencia marcó su última etapa de colchonero. El “11″ rojiblanco pululaba por el campo sin ninguna incidencia, ni para bien ni para mal. En ocasiones resultaba peliaguda la tarea de localizarle durante un partido. Y ahora Benítez le reclama. El “oráculo” de --> -->Liverpool --> --> ve en el argentino la solución a los abundantes problemas de su equipo. Veremos si es capaz de despertar a “La Fiera”.
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Menos mal que Bill Shankly no ve esto …..
Tengo curiosidad por saber dónde le va a colocar Benítez en el campo. Para mí su posición óptima es la de segundo delantero por detrás del delantero centro de referencia. Ahí es donde hizo sus mejores partidos en España, en especial en su última temporada en el Espanyol en la que jugaba por detrás de Tamudo o de Dani. En el Liverpool, normalmente esa plaza la debería ocupar Gerrard o Benayoun, una vez que Mascherano y Aquilani se asienten en el doble pivote. Y la derecha parece propiedad de Kuyt, a no ser que éste acabe ocupando el puesto de delantero centro (ójala) durante la lesión de Torres. En cualquier caso, le puede venir bien al Liverpool, dada la escasez de efectivos que tiene de medio campo en adelante.