Vuelven los ochenta, vuelve el Liverpool
Todo vuelve. Volvieron, o nunca se fueron, los pantalones pitillo como aquellas finas piernas de Steve Mcmanaman. Nunca se fueron las melenas, como aquella al viento de Kenny Dalglish y tampoco desaparecieron los bigotes como aquel de Souness que bien podría ser un moderno de hoy en día. El fútbol, es cuestión de modas, todo vuelve, nada es eterno, por ello la magia se mantiene. Al mismo tiempo que Queen y su música se fundían en Wembley terminó también el reinado del Liverpool en Inglaterra, allá por 1990 cuando también Wembley era Wembley. Ferguson se conformaba con títulos menores en Old Trafford y el United acumuló 26 años sin ganar el título de liga en Inglaterra. Desde 1967 hasta 1993 y ahora los reds se quedarán, salvo sorpresa, en 24 años de espera. Ni la Premier era Premier ni Inglaterra tenía nada que ver lo futbolístico, bueno sí, la selección seguía sin ganar nada, como ahora. Los ochenta fue la década de Liverpool, de la ciudad no sólo de los reds sino también del Everton. Se acabaron las gradas de pie, la sanción tras Heysel dejó sin Europa a grandes equipos ingleses y la modernidad llegó a una competición necesitada de un cambio. Con todo ello desapareció el gran Liverpool, como metáfora a una época dorada. El equipo más moderno en el estilo terminaba cuando la competición iba a dar un paso crucial hacia adelante. La Copa de Europa con Benítez fue un paréntesis que no tuvo nunca su continuidad en la Premier, el eterno debe de los de Mersey desde hace dos décadas.
Evasión…
Un chiste en Manchester ha tenido cada año su buen motivo en Liverpool. ¿Cuál es el único barco que no pasa por Liverpool? The Premiership. La eterna rivalidad cambia de sonrisa y ahora será cuestión de saber por cuanto tiempo. Que un chico de la ciudad como Gerrard sea el líder obedece a un vínculo romántico con la gesta. Eso define a la entidad red. Bajo el legado de un entrenador alejado de los focos, sin excusas, con humildad, coherencia y respaldado en un banquillo complicado como pocos. En Liverpool siempre se habla mucho de los tiempos pasados y era el momento de vivir el presente. En 1990, cuando todo terminó, la generación siguiente se sintió perdida, incapaz de continuar con un legado tan brillante como difícil de siquiera de acercarse a él. Años fuera de Europa, grandes talentos que emigraban, leyendas en el banquillo que no supieron transmitir el éxito… El triunfo de este Liverpool o del propio Atlético en España o aquella Premier del Blackburn en 1995 te hacen creer en la competición. Recuerda a aquellos futbolistas que hacían de actores en la gran película Evasión o Victoria. En el descanso meditaban jugar y ganar o escapar, la solución fácil. Como el Liverpool de ahora, ante lo difícil, ante presupuestos tremendos ha ganado la fe en una idea. Evasión no, victoria.
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cualquier persona neutral siente simpatia por este liverpool, igual que por el atleti en españa.
Nada es imposible para aquellos que creen. El sueño del Liverpool por ganar la Barclays Premier League esta temporada parece estar cada vez más cerca, pero no hay que confiarse demasiado. Muchos seguidores del Liverpool estamos nerviosos solo de pensar en la posibilidad de que tras 24 años de sequía consigamos nuestro décimo noveno título de Liga. Siempre es posible.
este liverpool esta muy verde para competir en europa