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Siguiendo los últimos partidos de la Liga española, tanto en Primera como en Segunda División, es ineludible hacerse siempre la misma pregunta ¿Por qué no se investigan las denuncias de corrupción y compra de partidos? Lo peor es que no es una situación exclusiva de la Liga española, porque exceptuando en Alemania con el famoso caso del árbitro Robert Hoyzer (condenado a dos años y cinco meses de prisión) y en Italia con el Moggigate (y el descenso de la Juventus a la Serie B) en ningún país se toman en serio las denuncias y no se lleva a cabo ninguna investigación.

Sin embargo, el caso más famoso de presunta corrupción en una liga en Europa, exceptuando quizá el mencionado del Moggigate, es el que sucedió en la Premier con varios jugadores involucrados, entre ellos las estrellas Bruce Grobbelar y John Fashanu.

 

Se les acusó de aceptar y entregar dinero con la intención de influir en el resultado de varios partidos. Se supone que trabajaban para un hombre de negocios malayo llamado Heng Suam Lim, al que se le acusó de estar vinculado a una mafia de apuestas asiática y beneficiaria de las compras de los partidos.

Acusado de amañar partidos en el Liverpool

En noviembre del año 1994, Grobbelaar fue acusado por el tabloide inglés “The Sun” de amañar partidos durante su estancia en el Liverpool para beneficiar a un sindicato de apuestas después de ser sorprendido in fraganti grabado en un video.

Ese vídeo fue grabado con la ayuda de Chris Vincent, antiguo socio de Grobbelaar, al que el periódico le pagó en torno a 33.000£ para que apareciera en una cinta de vídeo hablando con Grobbelar sobre la compra de una serie de partidos. Sin embargo Vincent nunca fue llamado en el juicio como testigo. El ex portero siempre mantuvo que era víctima de una estafa.

Las investigaciones no se limitaron a Inglaterra, sino que llegaron hasta Kuala Lumpur, Singapur y Bangkok, donde operan potentísimos sindicatos de apuestas. Uno de éstos, según Chris Vincent, fue el que pagó a Grobbelaar.

Inocentes??

Grobbelaar se declaró inocente. Después de dos juicios el jurado no pudo establecer un veredicto y tanto Grobbelaar como sus supuestos compinches fueron declarados inocentes en el año 1997.

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Grobbelaar demandó al periódico “The Sun” por difamaciones e injurias no probadas y fue compensado con 85.000£. “The Sun” apeló y el caso llegó hasta la Cámara de los Lores, donde se encontró que, a pesar de no haber pruebas claras en contra de los futbolistas, sí había evidencias de falsedad. La Sentencia final pasó de castigar al periódico con 85.000£ a pagar finalmente 1£ a los acusados, la pena económica mínima recogida en el Ordenamiento Inglés. A pesar de esto sí ordenó pagar a Grobbelar los costes legales del juicio en los que incurrió el periódico que ascendían a 500.000£. Grobbelar no llegó nunca a pagar nada al declararse en bancarrota.

Se dijo también que Grobbelar había dejado de ganar 125.000£ en 1994 en un partido contra el Manchester United en el que el resultado final fue de empate a tres goles y donde el portero, según “The Sun“, tendría que haberse dejado encajar el cuarto gol pero accidentalmente hizo una sensacional parada al final del partido salvando a su equipo de la derrota.

John Fashanu fue también procesado junto con Grobbelaar y Seger. De hecho se dice que fue Fashanu quien, supuestamente, introdujo a Grobbelaar y a Seger en la red de apuestas malasia.

Fashanu tenía varios porteros en nómina

John Fashanu es también famoso por ser el hermano menor de Justin Fashanu, el primer jugador profesional que declaró en público su homosexualidad. John repudió públicamente a su hermano y dijo que siempre había sido un inadaptado social. Justin Fashanu se suicidó en el año 1998.

Según el tabloide “News of the World” Fashanu presumía de tener a varios porteros en nómina. Según este periódico el ex jugador alardeaba diciendo: “Sólo necesito tres jugadores. Coges un portero, un delantero y un defensa y el trabajo es sencillísimo”.

Este periódico disfrazó a dos reporteros de hombres de negocios árabes y grabó a Fashanu negociando la posible compra de partidos con ellos. Según el rotativo inglés Fashanu solicitó un adelanto de 5.000£ para realizar la operación. Según Fashanu esto sólo lo hizo para demostrarle a la policía el délito que esos hombres de negocios árabes estaban a punto de cometer. Sin embargo Fashanu sólo fue a la policía después de que el periódico lo publicara, varios días después de producirse la reunión.

No se encontraron pruebas concluyentes

Tanto Grobbelar como Fashanu no fueron enviados a prisión porque los tribunales no encontraron pruebas concluyentes sobre su culpabilidad, pero al menos este se puede considerar el primer gran paso que se dio en el fútbol inglés para demostrar que las autoridades se tomaban en serio la limpieza en el deporte y un aviso a navegantes sobre las posibles consecuencias al intentar amañar un partido.

Si el fútbol quiere mantener su imagen de limpieza y de nobleza en todo el mundo debe evitar casos como éstos e investigar las denuncias que se hagan. No se puede estar todos los años hablando de maletines, de compras de partidos, etc… sin que haya ninguna investigación al respecto.