Fútbol Inglés (BRITCORNER)

Un Mundial, un color, un sentimiento

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 El Mundial se encamina hacia los cuartos de final en medio de un elenco de colores y significados que llaman la atención de medio mundo.  Supersticiones, maleficios, tendencias, rituales y todo reflejado en un paso por la historia de le evolución de las camisetas como nos permite Zalando observar desde el principio en lo que lleva de vida del torneo. Alemania ha sido siempre fiel a su marca y a su blanco y negro sin despreciar el verde como camiseta suplente aunque ahora añada el rojo. Brasil nunca renunciará al amarillo y eso que en su momento despreció el blanco después de lo ocurrido tras el Maracanazo. La albiceleste en Argentina es intocable así como sus rivales belgas con el rojo eterno. Colombia llegó a tener el azul como primera opción en 1962 algo que también sucedió con Holanda que no fue naranja en los años 30. De Francia y su azul con carácter vintage tampoco se debe olvidar así como el color que le da Costa Rica a una competición necesitada de revelaciones.Toda la evolución en un sólo gráfico permite ver los cambios y la fidelidad a unos colores.

Si miramos al pasado encontramos historias que definen un club, una cultura y, en ocasiones, un país. El gris, por ejemplo, ha sido motivo de persecución en Inglaterra. Cuando el fútbol volvió a casa (Eurocopa 1996), la selección inglesa vestía con su clásica camiseta blanca y pantalón azul marino y la suplente, pasó del tradicional rojo a un discreto gris. El desenlace de la Euro vio como Inglaterra caía en los penaltis en Wembley y jugando con ese color que jamás volvió a dar señales de vida y sino vean la evolución de las camisetas. Fue una osadía jugar en la catedral del fútbol con un uniforme tan alejado del glamour de la selección. Ahora, volviendo al blanco el gafe tampoco ha desaparecido.

La maldición del gris no venía más que definir la histeria colectiva por un fracaso más de la selección y más si cabe cuando fue en casa. Está claro que la equipación no influye nada pero si que motiva fetichismos radicales por un lado u otro. Ese gris ya había dado de que hablar en Inglaterra unos meses antes de la disputa de la Eurocopa. Un 13 de abril de 1996, el Manchester United viajaba al vetusto campo del Southampton (The Dell). Los ‘Saints’, guiados por la magia de Le Tissier, se marcharon con un contundente tres a cero al descanso en una de las humillaciones más fuertes sufridas por el club de Old Trafford. Cuando el United saltó al terreno de juego en la segunda parte, los jugadores vestían con la tercera equipación; azul con franjas blancas y pantalones y medias azules ¿Qué pasó con el gris? ¿Por qué ese cambio?. Con ese color, el United no había ganado ni un partido ese año. Es más, de los cinco que jugó perdió cuatro y sólo empató uno. Con el cambio, el United mejoró en Southampton aunque sólo pudo acortar distancias con un gol de Giggs al final. Dos días después, la marca deportiva Umbro decidió acabar con la maldita camiseta por orden del Manchester United. Lee Sharpe, jugador del United en aquella época, confesó que las primeras palabras de Ferguson en el descanso fueron: “Get that kit off, you’re getting changed” (“¡¡Quitaos esa camiseta, os vais a cambiar!!”). El United ganó la Premier y jamás esos colores volvieron a aparecer en la ilustre casaca red devil. 

Las marcas también han distinguido y jugado un papel clave y muchas veces llevado a la obsesión. Selecciones como Dinamarca siempre estarán vinculadas a Hummel aunque la historia de Alemania con Adidas resume la fijación por un estilo. En 2007, la federación alemana recibió una brutal oferta de Nike que superaba hasta seis veces más lo que pagaba Adidas. Sin embargo, los alemanes decidieron seguir con su tradicional vestimenta antes de romper con una tradición que había sido introducida desde 1954. El actual contrato de Alemania llega hasta 2018 y después de aquello ya nada parece alejar al país de Merkel de su marca de toda la vida. Las camisetas de Alemania en los mundiales y tantas otras han sido motivo de coleccionistas a precio de oro.

Hay multitud de historias imposibles de resumir en unos párrafos pero sí que estas acercan a explicar que la ropa en el fútbol no es sólo un trozo de tela, es mucho más que eso. 

 

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Pedro Puig, diseñador freelance