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CARLOS CERVERA.- ().- Cuando el Arsenal pagó 12,5 millones de euros por Koscielny se abrió el gran debate: ¿cuesta más de doce millones un central que solo ha jugado 35 partidos y en el Lorient?, ¿se trata del jugador adecuado para la defensa de los ‘gunners’? Arsene Wenger le había seguido durante su último año: “Koscielny es un defensa central con gran habilidad que ha realizado una gran temporada en el Lorient. Progresó mucho en un corto espacio de tiempo, y ha demostrado tener una mentalidad muy fuerte”. La temporada anterior, la primera en la máxima categoría, se había erigido como uno de los mejores centrales de la Ligue One. En principio la cantidad que pretendía el Lorient parecía excesiva, pero el técnico francés exigió su llegada. Wenger es un experto conocedor del mercado francés, y casi todos los futbolistas que han completado el viaje Francia-Emirates han proporcionado un rendimiento excepcional. Por ello, los precedentes jugaron hacia el lado de Arsene y el club accedió a las pretensiones del Lorient.

Adaptación

Sus primeros encuentros fueron complicados. Tenía la difícil misión de sustituir a Gallas, capitán y máximo exponente de la defensa durante los últimos años. Koscielny parecía confuso. Cometió errores de concentración y de marcaje, y se mostraba impreciso. Una circunstancia ideal para los más críticos con su llegada, que creían fortalecer su opinión. En lo que llevamos de 2011 la inercia ha cambiado por completo. Koscielny ya demuestra el por qué de su contratación. Ha dado la razón a Wenger: tiene esa fortaleza mental que le atribuyó en cuanto se confirmó su fichaje. Las dudas no han menguado su progreso, y se ha adaptado al sistema defensivo tan adelantado del Arsenal.

Errores olvidados

El Koscielny dubitativo y desorientado de septiembre y octubre se ha convertido en un central que destaca por su colocación, su anticipación y su regularidad. Da mucha seguridad a toda la defensa y comienza a adquirir un liderazgo que le convertirá en un hombre indispensable para la línea más débil de los ‘gunners’. Además, su afianzamiento ha coincidido con la mejor versión de Djourou, prácticamente inédito en los últimos años. ¿Casualidad? No lo creo. Son centrales de aptitudes distintas, pero que parecen complementarse: el suizo más potente y más físico, el francés más técnico y elegante. Koscielny le ha aportado una protección que necesitaba para seguir creciendo. Le protege y disimula sus errores. Crece y hace crecer a su compañero y a su equipo. Estamos ante un central que dará muchas alegrías en el Emirates.