Fútbol Inglés (BRITCORNER)

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Emmanuele Eboué era un futbolista de una proyección incalculable. Sus aportaciones desde el lateral derecho contribuyeron a que el Arsenal alcanzara la final de la Liga de Campeones en el año 2006. Sin lugar a dudas, era un futbolista de moda. En España se recuerda especialmente la eliminatoria ante el Real Madrid en la que su inagotable participación en el carril diestro,  con sus subidas constantes y su posición infranqueable en defensa, terminó desquiciando a los blancos.

Aquella temporada la terminó con 23 años y una larga lista de nombres de equipos interesados en su contratación. Pero iba a ser fiel, como casi todos, a Arséne Wegner, su descubridor. El manager francés le había sacado del Beveren belga en ese afán que tiene por iluminar al mundo con futbolistas que ni Maldini o Axel Torres conocen.
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Su primer año fue una ascensión meteórica. La empezó jugando con los reservas y disputando partidos de la FA Cup y de la Carling. El método que sigue usando a día de hoy Wegner con los jóvenes. En esa situación se marchó en pleno mes de enero a disputar la Copa de África con su país, Costa de Marfíl. Tras perder en la final ante Egipto y volver a Londres se encontró con una sorpresa: Lauren, el habitual e indiscutible lateral derecho, se había lesionado de gravedad. Wegner no lo dudó un instante: La titularidad era desde ese momento para Eboué, llegaran los partidos que llegaran.

Y llegó la vuelta de la Champions, con la ya mencionada eliminatoria contra el Real Madrid a la que sucedieron las de la Juventus y el Villarreal. Las tres fueron superadas, con una notable participación del marfileño, y el resultado fue la primera final de Champions en la historia del Arsenal. A pesar de caer ante el Barcelona, Eboué ya se había ganado una reputación.

Pero ese fue su tope. Aquel futbolista que deslumbró por su velocidad, potencia y resistencia está sumergido en una cuesta abajo que le tiene en las últimas fechas sumergido en la mofa, el cachondeo, la ofensa, la chufla, la chanza y mil sinónimos más. Y para muestra estas fotografías que adornan el artículo, una de esas maravillosas galerías de The Guardian.

alt="" width="300" height="185">Lágrimas sin compasión
Y en esta ocasión no fueron los aficionados los que se hicieron eco de las gracietas de la prensa, sino al contrario. Fue la grada del Emirates la que empezó a cebarse con constantes abucheos. Hasta el punto de que Wegner tuvo que sustituir al futbolista mediado un primer tiempo de partido en el que su equipo, para más inri, iba ganando. Las lágrimas en los ojos de Eboué se vieron desde las afueras de la City.

Esta historia saltó hace semanas a las portadas de los periódicos ingleses, con reprimenda de Wegner a su afición incluida, pero vuelve a la actualidad ahora con un posible interés del Inter por fichar al marfileño. ¿Cómo puede ser posible que un jugador al que abuchean sus seguidores pueda despertar el interés de uno de los mejores clubes de Europa? Por mucho que Eboué termine contrato en verano y pueda abandonar el Arsenal gratis, como ya hiciera Flamini con el Milan, no termina de explicarse. Se trata de un jugador roto psicológicamente y del que se ríe media Inglaterra. Creo que empiezo a no entender nada en esto del fútbol y me asaltan las dudas: ¿Qué ha visto Mourinho en él?, ¿Reirá Eboué el último?. 

En El Mundo: Las lágrimas de Eboué
En Brit Corner:  La página del Arsenal

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