En el nombre del Celtic
Lo vínculos entre la política y el fútbol siempre están ahí. Para ello, la SFL (Scottish Football League) refleja en su reglamento: “La SFL prohíbe las palabras, conductas, distribución o cualquier otra manifestación que indique el apoyo, afiliación, celebración, oposición o grupo en terminos de Acto Terrorista conforme a lo acordado en el año 2000″. Desde la grada de muchos rincones del mundo esta ley se rompe casi cada fin de semana. Muchos clubes y también federaciones pasan por alto manifestaciones a modo de pancarta que ocupan lugares clave y marcan el carácter de un importante sector de la afición. Una de las últimas se ha producido dentro del sector más ‘politizado’ de la grada de Celtic Park. Una pancarta con una ‘h’ enorme lució en el último partido ante el Aberdeen con un claro significado que cualquier británico o irlandés entiende de primeras.
Prisión de Maze
Conocido siempre ha sido que el Celtic representa a los irlandeses y el carácter católico aunque ni mucho menos es algo que distingue si o si a todos los aficionados al club, los hay protestantes en Celtic Park. En el sector más extremo, esa ‘h’ hace referencia a la Prisión de Maze (laberinto en inglés), situada a catorce kilómetros de Belfast y que fue donde recluían a terroristas y paramilitares unionistas y republicanos durante el conflicto de Irlanda del Norte, desde 1971 a 2000. Esa ‘h’ es símbolo de aquella resistencia dedicada a los prisioneros destinados a los ‘h-blocks’ (bloques donde estuvieron los famosos presos de la huelga de hambre de 1981). Un monumento en Derry perdura hoy día en recuerdo de esos tiempos. Es esa ciudad la que pone otro ejemplo de lo que el fútbol enseña para entender un conflicto.
¿Derry o Londonderry?
El nombre de la ciudad ya es de por sí motivo de problemas. Londonderry para los probritánicos y Derry a secas para los proirlandeses. Darron Gibson, ex jugador del United y hoy del Everton, nació allí, es decir, en plena frontera con la República de Irlanda en una ciudad marcada por el conflicto político de la isla. Esta circunstancia provocó una disputa entre ambas federaciones (norirlandesa e irlandesa) que querían hacerse con los servicios del jugador que tomó la decisión de jugar para la República de Irlanda. El acuerdo llegado es el de permitir que cualquier nacido en Irlanda, sea norte o República, tenga libertad para escoger selección. La pancarta de esos aficionados del Celtic no es más que un símbolo más de lo que no escapa el fútbol, sea en el nombre del padre o, en este caso, del Celtic.
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aunque simpatizo con el celtic y la republica de irlanda hay que reconocer que las green brigades hay veces que se pasan (y mucho). aunque en este caso tampoco lo veo tan grave…..
No hubo sanción, es un tema delicado