Fútbol Inglés (BRITCORNER)

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Si estás leyendo estas líneas y has llegado hasta esta página, me puedo ahorrar las explicaciones del partido y el resultado y redactar su correspondiente crónica. Simplemente, y aunque sea lo fácil (como ya han publicado otros medios digitales, y mañana lo harán los impresos) vamos a sacar conclusiones del famoso ‘chorreo’. Las desafortunadas palabras de Boluda que han terminado envenenándose.

No se que pasa en el fútbol que lo que a los dos días veías negro, lo vuelves a ver blanco. La ilusión juega un papel trascendental en esta pasión llamada fútbol. El día del sorteo, el favorito era el Liverpool. Con el paso de los meses, el Real Madrid adquirió caché, y tras el partido de ida los ‘reds’ volvieron a poner las cosas en su sitio. Pero en estos quince días los medios alimentaban la posibilidad de la remontada. Yo esta vez no me la creía, y tenía mis argumentos. El primero de ellos la falta de artillería blanca. Pensaba fríamente: ¿Que jugador en el Madrid puede decantar la eliminatoria? ¿Raúl? Para empujarla dentro del área sí, para cambiar el rumbo de un partido no. ¿Robben? Está empezando a pasar de ‘individualista’ a ‘chupón’. Preocupante. ¿Higuaín? Demasiado intermitente.

Esas eran las únicas bazas. ¿Quién iba a marcar un gol sino? ¿Heinze, Lass o Gago?. Por no hablar del banquillo con los Drenthes, Fauberts, Saviolas y compañías. Faltan jugadores de los que marcan las diferencias. Decir que Lass y Pepe son lo mejor del Madrid a día de hoy, es grave en un club en el que jugaban Zidane, Ronaldo y Figo hasta hace poco. El Pepe del Liverpool es Skertl, y el Lass es Macherano, pero las diferencias en las grandes noches las marcan Gerrard y Torres. De esos, de los cracks, en el Madrid no queda uno. La elecciones, se supone, volverán a traer alguno.

El partido ha sido un baño auténtico. De ‘pe’ a ‘pa’. No entiendo los que decían que el Liverpool se iba a cerrar. Cualquiera que haya visto al Liverpool sabe que en Anfield siempre sale a morder los primeros quince minutos. Y así ha sido. Me da igual que haya posible (yo no la veo) falta sobre Pepe en el primer gol y que la mano de Heinze (que es cierto que no hay) marque el devenir del partido. Si no hubieran entrado esas dos lo habría hecho cualquiera de las otras quince ocasiones claras del Liverpool.

El ganador rotundo de esta eliminatoria tiene nombre y apellido: Rafael Benítez. El ‘chorreo’, canción del verano a la vista con esta palabra, a Juande ha sido monumental. Hablaba con unos amigos, durante el partido, que al candidato que se le ocurra traer bajo el brazo a Benítez se llevará las elecciones de calle. Tengo muchas dudas sobre su futuro de blanco, pero lo cierto es que a día de hoy se ha convertido en el mayor reclamo, por delante de ‘Kakás’.

Considero, midiendo mis palabras, que Rafa se ha ‘sobrado’ un poco con la entrada del canterano Spearing. Juro que ni había oído hablar de él, y me considero al tanto. Ni Plessis ni nada. Estaban en el banquillo Hyppia, Dossena (que entraría después) y N’Gog entre otros. Y Rafa ha sacado al tal Spearing por Steven Gerrard. Prepotencia, dirán algunos.

Y además, ironías del fútbol el cuarto gol del partido lo ha metido el peor jugador, de largo, del Liverpool en toda la temporada: Andrea Dossena. El lateral italiano ha gozado de mil y una oportunidades con Benítez y en todas ha mostrado sus lagunas, convirtiéndose en un filón para el extremo rival de turno. Esta noche ha salido para perder tiempo y encima se ha encontrado, jugando de interior improvisado con todo encarrilado, con el premio del gol. Insólito.

El Chelsea ha pasado sufriendo, como no podía ser de otra manera, en Turín ante la Juventus. Dos de dos. Mañana se sumarán Manchester United y Arsenal. La hegemonía inglesa comienza a ser una dictadura.