Fútbol Inglés (BRITCORNER)

El Tottenham dice casi adiós a la Champions con una actuación marcada por tres aspectos fundamentales. El primero es la expulsión de Crouch, el segundo es la defensa tan retrasada y el tercero la presión de un rival con una pegada exquisita en la segunda parte. Una mezcla de la acción infantil del espigado Crouch, el cansancio ante la superioridad numérica del Madrid y la excesiva fragilidad de los hombres de atrás, un efecto dominó mortal. Redknapp tuvo que cambiar el plan con la baja de Lennon haciendo ingresar en el campo a un Jermaine Jenas que sigue instalado en un juego con escasa aportación. La idea era abrir el campo y de Lennon a Jenas hay un mundo. Eso hizo que Redknapp pusiese a Bale en un principio por la derecha aunque pronto se cambió de idea. Una idea que parecía razonable para sostener a un Madrid lento pero que supo desde casi el principio que tenía que guardar fuerzas. 

Con la expulsión de Crouch el conjunto blanco no estaba obligado a forzar, parecía que sabía que al final le iba a bastar con apretar en los segundos 45 minutos. La roja les mostró el camino.

 

Bale estuvo bien, hizo lo que se le pedía y aprovechó los pocos balones que le llegaron. Ése parecía ser el único arma del Tottenham que acusó en exceso la baja de Crouch. Más que algo mental, el Tottenham sufrió la carencia de una referencia ofensiva clave para que llegasen Bale, Modric o Van der Vaart desde la segunda línea. Los Spurs tienen una gran plantilla pero sus actuaciones en Europa han estado muy condicionadas al juego que proporciona Crouch y eso se nota. Sin embargo, a un jugador con esa experiencia no se le puede consentir tal acción infantil y cruel para su escuadra. Si a ello le añadimos los problemas de Gallas y Dawson para sostener a Adebayor nos encontrábamos con un choque perfecto para el Madrid. Demasiado hundimiento para un equipo con una brillante trayectoria en Europa. Quizás sea demasiado exigente pedirle más a este elenco de futbolistas.

Muchos de ellos afrontaban su primera vez en unos Cuartos de final de Liga de Campeones. Corluka, Dawson, Ekotto, Van der Vaart, Bale, Modric, Jenas o Sandro jamás habían estado en esta ronda.

 

Curiosamente, los más experimentados en Champions como Gomes en el PSV, Gallas en el Chelsea o el Arsenal y sobre todo Crouch en el Liverpool fueron los que más nerviosos parecieron. Si ellos fallan y el Madrid está en frente poco más que aprender. Una lección que el Tottenham encaja para el futuro. Ahora queda volver a cuidar la Premier con la sensación de saber que su nota en la Champions ha sido notable. Un cruel final que empezó desde el principio del partido pero que no debe manchar un camino ejemplar.